Aunque la compañía irlandesa de bajo coste Ryanair ha sido la compañía extranjera que más veces ha sido sometida a inspecciones en España durante este último año, en ninguna de estas ocasiones no se ha detectado irregularidad alguna, según José Blanco ministro de fomento.
Estas declaraciones fueron dadas en respuesta a la queja firmada por varias de las principales patronales del sector de la aviación contra Ryanair, en la cual se denunciaban supuestas irregularidades, en especial, en lo relativo a su política de contratación de personal y de combustible.
En este sentido, Blanco aludió a la creación de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), la cual se ha creado precisamente para garantizar la seguridad aérea en el país, y la que se encarga de vigilar con “máxima regularidad los requisitos de seguridad".
El ministro explicó asimismo que la aerolínea lowcost irlandesa no goza de ninguna ventaja con respecto a las demás compañías aéreas lowcost y que “todas las actuaciones de Fomento” realizadas sobre ella han sido ”idénticas” a las efectuadas sobre el resto.
“Ningún operador de lowcost tiene trato de favor en España y, por lo tanto, tampoco lo tiene la aerolínea irlandesa“, insistió. Sin embargo, sí reconoció que ocurre que en algunas comunidades autónomas gobernadas por el PP, Ryanair recibe ciertas subvenciones para que mantenga sus operaciones en la zona.
Así también, señaló que esta denuncia presentada involucra a otras entidades más allá de su Departamento, ya que también “tiene que ver” con otros ministerios porque acogen aplicaciones sobre la regulación fiscal y de los trabajadores.
Lo que sucedió hace menos de dos meses es que el Colegio de Pilotos (COPAC) ha solicitado expresamente a AESA que inspeccione a Ryanair en virtud de la “inquietud” que generaban “las prácticas de la compañía irlandesa“, sobre todo, en lo concerniente a las normas básicas de seguridad aérea en cuanto a su política de combustible.
Según lo asegurado por los pilotos ya han ocurrido varios episodios durante los últimos meses en los que aviones de la aerolínea de bajo coste han pedido permiso para aterrizar con prioridad frente a otros por ir “cortos de combustible“, pero sin declarar emergencia.
Estas circunstancias estarían provocando incidencias en los vuelos de las otras compañías lowcost, y les supondría un sobrecoste y una reducción de sus propias reservas de combustible ante una potencial emergencia, según lo expresado desde el Colegio.
Lo cierto es que por el momento, no se abrirá ninguna investigación para determinar la veracidad de tal denuncia.
Estas declaraciones fueron dadas en respuesta a la queja firmada por varias de las principales patronales del sector de la aviación contra Ryanair, en la cual se denunciaban supuestas irregularidades, en especial, en lo relativo a su política de contratación de personal y de combustible.
En este sentido, Blanco aludió a la creación de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), la cual se ha creado precisamente para garantizar la seguridad aérea en el país, y la que se encarga de vigilar con “máxima regularidad los requisitos de seguridad".
El ministro explicó asimismo que la aerolínea lowcost irlandesa no goza de ninguna ventaja con respecto a las demás compañías aéreas lowcost y que “todas las actuaciones de Fomento” realizadas sobre ella han sido ”idénticas” a las efectuadas sobre el resto.
“Ningún operador de lowcost tiene trato de favor en España y, por lo tanto, tampoco lo tiene la aerolínea irlandesa“, insistió. Sin embargo, sí reconoció que ocurre que en algunas comunidades autónomas gobernadas por el PP, Ryanair recibe ciertas subvenciones para que mantenga sus operaciones en la zona.
Así también, señaló que esta denuncia presentada involucra a otras entidades más allá de su Departamento, ya que también “tiene que ver” con otros ministerios porque acogen aplicaciones sobre la regulación fiscal y de los trabajadores.
Lo que sucedió hace menos de dos meses es que el Colegio de Pilotos (COPAC) ha solicitado expresamente a AESA que inspeccione a Ryanair en virtud de la “inquietud” que generaban “las prácticas de la compañía irlandesa“, sobre todo, en lo concerniente a las normas básicas de seguridad aérea en cuanto a su política de combustible.
Según lo asegurado por los pilotos ya han ocurrido varios episodios durante los últimos meses en los que aviones de la aerolínea de bajo coste han pedido permiso para aterrizar con prioridad frente a otros por ir “cortos de combustible“, pero sin declarar emergencia.
Estas circunstancias estarían provocando incidencias en los vuelos de las otras compañías lowcost, y les supondría un sobrecoste y una reducción de sus propias reservas de combustible ante una potencial emergencia, según lo expresado desde el Colegio.
Lo cierto es que por el momento, no se abrirá ninguna investigación para determinar la veracidad de tal denuncia.
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